Sunday, September 12, 2010

mentiras.


las oraciones se separan en puntos. cuando escribimos en computadoras se pierde algo muy valioso: la intensidad del trazo. con los trazos y la tensión puesta en los puntos es que informamos (o nos recordamos) la intención de tal o cuál afirmación.

hoy, aca, de haber escrito en papel y no en computadora, habría una intensidad en las líneas que no se demuestra claramente en las palabras.


a veces tengo miedo de sentir que no tengo problemas. siento que ese es el gran problema: el poder desmenuzar una situación en pequeños paquetitos logicos y luego rearmarlos para eliminar el problema. y si no se puede desmenuzar se deja de lado, porq no existe problema si no existe solución.

todo suma. los problemas solucionados y los no-problemas dejados de lado. surge un problema aritmético. a mi me contaron que la suma del mundo da 0. que todo lo que suma por un lado, resta por el otro. todos y cada uno tenemos atributos que son contrarestados con deficiencias. algunos sabemos (o no) marketinizar las deficiencias y en vez de cosas feas hablamos de cosas exoticas, en vez de estupidez hablamos de ingenuidad, en vez de celos hablamos de preocupación por el otro, etc. por pequeños momentos parece que la balanza nos favorece y nuestra suma interna no da 0, da más y resaltamos (o da menos, también). si todos fueramos 0s sería muy aburrido (otro engaño). seríamos todos iguales (otro engaño). no podríamos diferenciarnos y no podríamos elegir (uff, cuanta mentira).

entonces mi suma de problemas resueltos y dejados de lado da mucho más que 0. los no-problemas son protagonistas. todo lo que era importante deja de serlo porque pasa a ser un problema sin solución y se establecen nuevas prioridades que pronto se descartaran ante un nuevo problema (o no-problema).

este sistema, por muy practico que sea, te deja bastante vacio. no somos mas que los problemas que resolvemos.

quizas haya entonces que rebobinar y ver que idea pasada, descartada por inabarcable, esta esperando resolución.

que bueno que traje mis libros a casa. habra que volver.

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