lo discutimos por horas. tenias tus argumentos. yo sabia lo que no estaba dispuesto a ceder. por momentos levantaste la voz y nos miraron de reojo. lo entendi todo. realmente te importaba que llegasemos a un acuerdo.
el balance, tus horarios, mis paranoias, nuestras ganas. todo en un bowl y los dos revolviendo. tal vez nunca supe esperar de vos mas que la esperanza misma. tal vez vos hiciste de mi un totem de papel. certezas sobre dudas.
fueron un par de cafes, infusiones varias y algo de comer. tarde ya, cercanos a la cena, salimos. cerramos la puerta. sin mediar palabra caminaste hacia la derecha y yo lo hice en el sentido opuesto. nadie se dio vuelta esperando encontrarse en una mirada. no era parte del trato. sin embargo, en ese momento, busque en mi bolsillo el papel donde habiamos escrito los terminos. lo apreté fuerte tratando que la transpiracion corra la tinta. busque que se cambiaran los puntos por comas, que los adios se transformen en hasta luego, que las reglas sean otras. pero no, yo siempre propuse y vos dispusiste. me acostumbrare a vivir a traves de multiplicidades y antítesis. construir en negativo, como siempre.
